15 agosto 2012

Érase una vez....Spanien.

Había una vez, un bonito país, un país que tras largas y duras contiendas, por fín empezaba a conocer días de paz. Sus habitantes prósperaban, a base de duro trabajo, pero poseían tierras donde construir sus casa, trabajo, las cosechas eran buenas, la pesca abundante....no faltaba trabajo a todo aquel que quisiera trabajar, los niños corrian bajo la taneta mirada de sus madres.

El país estaba gobernado por un joven terrateniente, hijo del antiguo dueño de estas tierras, junto con sus fieles consejeros, llamado Josephus Lucius.

Los años de paz  transcurrían, siempre bajo la atenta mirada del malvado Rufus, que desde hacía mucho tiempo, deseaba con fervor  hacerse con el poder, y ser él el Gobernador de Spanien. A pesar de ser un fuerte enemigo, no irrumpio estos años de paz, pese a su destierro, y constantes amenazas de invasión. Esperando la llegada de su oportunidad.

Qué medievales somos.


Un buen día, las cosas comenzaron a cambiar, no fue rápido, sino un proceso lento, que traería unas duras consecuencias. Poco a poco, los habitantes fueron teniendo menos ganancias, las cosechas empeoraron, la pesca, abundante en otro tiempo, se hizo inexistente, lo que supuso que no pudieran pagar los tributos a Josephus Lucius, la pobreza fue apoderándose del territorio…

Al disminuir la cantidad recaudada por los recaudadores, el Gobernador subió los impuestos, ante este descontento, el pueblo comenzó a protestar, pronto estas protestas dieron lugar una serie de revueltas…

Los días de paz y armonía habían acabado… Rufus sabía lo que tenía que tenía que hacer, debía aprovechar la situación, pues otra como ésta, nunca se volvería a dar. Comenzó a acudir primero a las tabernas, donde empezó a explicar a los habitantes que allí estaban, que él podía ayudarles, que  sabía cómo, y que lo haría.

Pronto, sus charlas fueron tomando mayor importancia, puesto que cada vez era más gente la que se agolpaba para oírle. Los habitantes necesitaban creer, estaban desesperados…nunca se había complicado tanto su situación, como ahora.

Los habitantes le creyeron, y pronto se agolparon en las puertas del castillo de Josephus Lucius, querían que se fuera, que se marchara, le echaban la culpa de su situación. Poco tiempo después y tras constantes revueltas, abandonó sus tierras y se marchó.

Rufus lo había conseguido, era el nuevo Gobernador de Spanien, gobernador o amo, como después se vio…..

Los habitantes llenos de júbilo y esperanza celebraron la llegada de su nuevo gobernador, convencidos de que su suerte acababa de cambiar, y que la situación cambiaría, para mejor.

Pronto, el nuevo gobernante se estableció en el castillo con todos sus consejeros y personas de confianza. Pero  la situación no mejoró, sino por el contrario la situación empeoró…

                                                                              

                                                                                                                                Continuará…

Texto: Conchi
Imagen: S.Piquer 


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