Cuando decidí comentarle a mi compañera de este blog,
Conchi, el experimento de la semana sin tele, ella meneo la cabeza y me dijo “Eso
sería demasiado fácil para ti. Un semana sin tele y sin series online, eso sí
sería difícil”.
Y no ha sido para tanto la verdad, cumplido todo a
rajatabla, nada de series online ni de tele. Mucha radio y muchos libros. Ahora
bien, lo importante es que he sacado en claro. Claro que es cierto que con solo
una semana, el experimento es nimio, realmente si tiene efecto es mínimo, pero
me ha alegrado darme cuenta de que en realidad tampoco he echado tanto de menos
las series ni la tele.
Sobre todo se hace raro al principio la sensación de tiempo
indefinido que se tiene, como si hubiera más “medias horas” a lo largo del día.
La sensación de llegar a casa y hacerme tranquilamente la cena porque no me voy
a perder nada de ese programa que llena mi agenda en las noches semanales ha
sido un gustazo. Me ha dado tiempo a más cosas incluso teniendo en cuenta que
me he pasado la mitad de la semana enferma y mis fuerzas eran mínimas.
El domingo, mi mañana oficial de series hasta el hartazgo,
la pase dibujando y leyendo. Y después de comer en vez de quedarme dormida
delante de una peli mala o de estar absorbida por el sofá hasta la hora de la
cena, trabaje en cosas que tenía pendiente y fui al cine. Y disfrute muchísimo de
la sensación de volver a quedarme anonadada ante la gran pantalla, después de
una semana sin nada parecido. Recordé entonces que ahora somos depredadores de
la pantalla. Vemos cientos de películas al año, cientos de series. Esa es una
de las cosas que nos ha dado Internet, nos ha convertidos en “espectadores del
todo”; lo vemos todo, lo que queremos, lo que no, lo que nos cuentan, lo que
descubrimos. Vemos vemos vemos.
Eso tan especial que tenían las películas en pantalla grande,
el famoso “to be continued” de las series que te dejaba maldiciendo delante de
la tele, esa sana espera está desapareciendo. Queremos y tenemos las cosas ya. Y ojo, no es que este mal, pero creo que no
sabemos cuándo usar esa inmediatez.
Ya he vuelto a ver la tele esta semana, y un capitulo de una
serie online, pero la verdad es que tampoco me agobia el no hacerlo y me gustaría
mantener por lo menos el orden de no ver capítulos en el desayuno ni los
domingos, y volver a acoger el gusto por cosas, que sigo haciendo, pero a las
que dedico menos tiempo del que me gustaría.
Y sobretodo intentare olvidarme de esta ansiedad que parece
llevarnos al consumo radical de cantidades ingentes de material audiovisual,
quiero cogerle el gusto a dejarme llevar por el silencio otra vez.
Silvia Piquer.
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