Madrid, ciudad de imperioso tráfico y ruido atronador de
pitos se rinde desde hace un par de años, muy lentamente, al renovado uso de la
bicicleta.
Al principio la gente hablaba de una moda pasajera traída por
los “modernos” que pueblan la ciudad. “En Madrid nunca se podrá circular en
bicicleta” me dijeron una y mil veces, pero la evidencia es innegable.
Puede que después de años de esfuerzos por parte de la
comunidad ciclista, o el hecho de que muchos hayamos viajado a sendas ciudades
ciclistas como Berlín o Ámsterdam donde el civismo es bien alto, todo halla
confluido a este tiempo y se esté empezando a hacer realidad este medio de
transporte ecológico y sostenible por el que tantísimas ciudades europeas
abogan con éxito. Mi teoría es otra. La crisis.
Hace unos años era impensable no sacar a relucir tu nuevo
coche junto al resto en los atronadores atascos, el metro y el autobús era
viable en precio pues nadábamos en la abundancia. ¿Quién necesitaba una
bicicleta? Ahora bien esos eran otros tiempos. Ahora el metro es
prohibitivo teniendo en cuenta los sueldos que tenemos y el coche es como un
bolsillo roto en los pantalones. Evidentemente no todo el mundo puede
simplemente comprarse una bicicleta e ir a trabajar, pero los que pueden
empiezan a hacerlo con mayor regularidad.
¿Por qué no adaptar las ciudades para el uso de este transporte
barato y eficiente? Pues porque en cierta manera la bicicleta es un sinónimo de
total y absoluta libertad, depende solo de tus pies. Un coche depende de la
gasolina, el metro del billete, la bicicleta depende de ti.
Las ventajas son muchas entre ellas la disminución de la
contaminación acústica y atmosférica, reduce la velocidad media de los vehículos
en ciudad, hasta el aclamado ahorro en la Sanidad Pública por el que pugnan
muchos estudios (nuestra Ministra de Sanidad se perdió esta clase) entre otros.
El del ahorro es más que evidente.
Ahora solo tienes que invertir en una bicicleta (115 euros
hasta 1500), un casco (16 euros hasta 56 aprox.) y un buen chaleco reflectante (10
euros aprox), y mandar a tomar por culo autobuses, metro, etc.…
Silvia Piquer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Copleanos