Como algunos recordaran uno de mis propósitos para este año era el de reducir mi impacto en el medioambiente o como denomina mi compañera
de blog “no comprar cosas dos veces envasadas”. Pues bien como a la mayoría de
las personas a las que les explico de qué va esto se quedan patidifusas o simplemente
piensan que me he vuelto gilipollas os voy a explicar un poco más
detalladamente en que esta consistiendo este experimento que ya es una
costumbre muy bien adquirida.
1.
No comprar cosas dos veces envueltas.
Qué cosa más tonta diréis, pues os puedo asegurar que algo
tan tonto es una de las cosas más difíciles de conseguir. Cuando uno entra en
un supermercado con esta mentalidad se da cuenta de que las cosas que puede
comprar son muy muy pocas. Casi todo esta sobre envuelto en plástico de una
manera alarmante, y esto incluye en muchos casos la comida ecológica. Todo
lleva su bolsa externa de plástico, más las bolsitas de plástico que separan
individualmente cada cosa, en algunos casos incluso, otra bolsa de plástico
separa en porciones cada cosa envasada ya individualmente. Yo a esto lo llamo
la Plastic Party. Vamos un despliegue de ecologismo en toda regla, porque
reciclar está muy bien pero si tiramos basura separada todos los días el
resultado es el mismo, basura.
2.
Alternativas a la Plastic Party.
Las alternativas son básicamente cuatro: latas, vidrio,
cartón o comprar fresco. Esta última sobre todo relacionada con cosas como la
carne o las verduras que también van envueltas en plástico. Esto claro es posible
para gente que tenga tiempo para ir al mercado, también es posible ir al
mercado de abastos un sábado pero claro eso conlleva invertir tiempo en ello,
que es lo que nos ha llevado en muchos casos a esta vorágine de basura que nos
rodea. Es solo un pequeño esfuerzo, uno se levanta el sábado y va a comprar la
carne, las legumbres, las verduras, etc... en el mercado, ahorrando así envases
y tirando menos basura. Otra de las ventajas es que la mayoría de los tenderos
saben perfectamente el lugar de origen de sus productos y por lo tanto sabemos
de primera mano si lo que compramos es local, que ayuda no solo a la economía cercana
sino que rebaja el uso de transportes y por tanto gasolina y ya sabéis. Yo
compro incluso el té a granel, solo me queda encontrar un sitio en Madrid donde
vendan la pasta y el arroz, si alguien sabe de alguno que avise.
3.
Ropa y complementos.
Otra de las dificultades es la de encontrar ropa fabricada
en nuestro país, así que yo he optado por el “tú haces limpieza de armario y yo
me quedo con lo que no quieras”, también esto ayuda cuando no tienes ni un duro
porque esto es un bis a bis, tú haces limpieza y me avisas, yo la hago y te
aviso a ti. Otra opción es arreglar esa ropa que tienes escondida en una
esquina del armario y no te pones por causas mil. Otra es la del consabido “mercadillo”,
y así de paso te tomas un café con la gente, como las reuniones de tuperware
que tanto éxito tenían. Reutilizar es de sabios y es barato barato.
4.
Starbucks caca, cantimplora es bien.
Consumir para llevar es otra de los grandes agujeros del plástico
y la basura a espuertas. Yo me compre una cantimplora ( Bpa free, que son las
que no sueltan cosas químicas en el agua) para dejar de comprar botellas de
agua en el trabajo y a día de hoy puedo decir que he ahorrado un pastizal y que
a ese nivel mi consumo en plástico es 0.
Todo esto ha sido el cambio principal, poco a poco se ha
convertido en una costumbre tan arraigada que cuando voy al super ya se de
antemano lo que puedo comprar y lo que no, y el hecho de no poder comprar
muchas cosas (cruasanes de chocolate, y napolitanas y todas esas cosas tan
ricas y poco sanas) me ha hecho alimentarme mejor y sobre todo aunque parezca
una tontería ahorrar un montón en la compra y ser muy creativa con la comida.
Por supuesto sigo comprando alguna que otra cosa envuelta en plástico porque
repito, tampoco hay que radicalizarse que luego no hay quien nos aguante, y
porque a veces es totalmente imposible no hacerlo pero buscar alternativas
tampoco está mal. Por otro lado puedo asegurar que mi basura se ha minimizado
bastante y eso me hace ilusión porque es visible lo que hago.
Así que ya sabéis apuntarse es fácil, conseguirlo un poco difícil,
pero la satisfacción es inmensa.
Silvia Piquer.
Video: La historia de las cosas_ Annie Leonard
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