Voy a cambiar el más que conocido en España concepto
peyorativo de “Pringada” en algo útil y nuevo.
Veamos que nos dice la RAE: “Persona
que se deja engañar fácilmente”. También hay otra acepción coloquial (la mía)
que no aparece; viene del concepto “pringar”, persona que se pringa, que no
solo dice lo que piensa sino que decide un bando, ese tipo de “pringada” quiero
ser. La “pringada” que es responsable con lo que piensa y actúa en consecuencia.
La “pringada” que da un golpe sobre la mesa en los bares y luego lo da en la
calle y en sus costumbres diarias para demostrar que se puede conseguir, que se
puede lograr y que solo tenemos que proponérnoslo de verdad.
Cuantas veces no hemos estado en una reunión y mientras
todos nos quejamos con voz en grito de lo jodido que esta todo y aportamos
soluciones, surge una, viable. Pero ¿quien se “pringa” para hacerla realidad?
Nadie.
No tenemos tiempo. Nos pasamos tanto tiempo consumiendo, no
solo comprando, sino consumiendo televisión, música, viendo fotografías bonitas,
mirando el facebook, etc.… ¿Dónde está nuestro tiempo para crear? He aquí el
verdadero problema, pasamos tanto tiempo consumiendo de cualquiera de las
formas que nos han enseñado que simplemente no tenemos tiempo ni para pensar
cosas propias ni para actuar. Ahora es cuando al fondo se oye un balido de
miles de ovejas.
Y así yo me comprometo, tal y como hice y cumplí el año
pasado, con la realización como buena “pringada” de mis propósitos para este
nuevo año:
1. Reducir el tiempo de consumo en contenido online y
televisión.
Según dice los periódicos pasamos unas cuatro horas delante
de la caja tonta. Yo reparto ese tiempo en series online y películas. A la
semana son unas 28 horas. Perdemos un día a la semana en mirar a una pantalla catatónicos.
Yo lo reduciré a 19 horas. Pocas diréis, pero no voy a buscar metas que no pueda
cubrir de verdad, si una semana puedo reducir más lo hare y así poco a poco tal
vez pueda llegar a reducir de manera fácil más y más. Ayuda esto también a mi
labor como minimalista pues reducir la televisión baja los niveles de ansiedad
hacia las compras (probad una semana sin tele, te olvidas de comprar porque
nadie te dice lo desgraciado que eres por no tener ese nuevo champú que te
quita todos los males).
2. Hacer un día vegetariano a la semana.
Esto es más una cuestión personal que otra cosa. Creo que la
mayoría de la carne que comemos está bien inflada a anabolizantes y mierdas mil
que hacen que los pollos crezcan en una semana y cosas peores. Así que, aunque
no soy una grandísima consumidora de carne nunca me he hecho vegetariana porque
soy adicta al atún y a las hamburguesas. De esta manera me obligo también a
cocinar cosas nuevas y a planificar más aún mis menús.
3. Ser Reina Maja todo el año.
Este ha sido mi primer año como Reina Maja y es una de las
experiencias más bonitas que he tenido en toda mi vida. Pero ¿una vez al año?
Mi misión este año es conseguir nuevos retos que impliquen mi colaboración en
la ayuda a los demás. Os puede sonar todo lo hippy que queráis pero por ayudar
un poco a los demás no nos vamos a morir ni vais a ser menos cool. Si todo el
mundo cediera un par de horas de su semana a ayudar a los demás no solo nos iría
mejor sino que seriamos mucho mejores personas.
Y dicho esto, ya podéis levantaros del asiento y hacer algo
o seguir mirando a esta pantalla catatónicos.
Silvia Piquer.